viernes, 26 de julio de 2013

Galileo Galilei y la ciencia moderna

John Fredy Zuluaga Duque
Lic en filosofía (USTA)
Mg en filosofía (U. de Caldas).
Doctorado en filosofía (U. de Antioquia). Tesista.


APORTES FUNDAMENTALES DE GALILEO A LA CIENCIA MODERNA

“Galileo apunta su telescopio al sol y le encuentra manchas, a la luna y le ve cicatrices, a Júpiter y observa pequeños mundos circundando el planeta. Sus observaciones en total contradicción con las nociones dominantes, encuentra un universo poblado por cuerpos imperfectos.”
Sergio Torres Arzuyus

Preámbulo

El modelo explicativo de la organización del cosmos, de las órbitas celestes y el movimiento de los planetas Aristotélico-Ptolemaico, reinó aproximadamente por 20 siglos, de modo que la teoría geocéntrica (el planeta tierra inmóvil en el centro, un cúmulo de siete planetas, un único sol girando  entorno de ella, enmarcadas por las estrellas fijas, circunscrito en un universo finito) fue considerada verdadera en la época antigua y medieval. Argumentos de tipo lógico-silogístico utilizaban los filósofos y teólogos para validar el modelo geocéntrico, sea el ejemplo: “es evidente que el centro de una serie de esferas concéntricas en movimiento rotatorio es un punto inmóvil. Ahora bien según el Estagirita la tierra es el centro de una serie de esferas concéntricas que rotan en torno a ella, luego la tierra es el  único punto inmóvil en el universo” 1.
Los argumentos teológicos, apoyados en pasajes de las sagradas escrituras,  como el conocido pasaje de Josué cuando este pide clemencia a Dios para que detenga el sol y la luna (hacen suponer el movimiento de estos cuerpos celestes alrededor de la tierra) para extender el día y ganar así la batalla de Gabaon, son las más concluyentes.
Nicolás Copérnico contrapone a la teoría geocéntrica la teoría heliocéntrica, da comienzo así a la “revolución científica”; recordemos los postulados fundamentales: “primer postulado: no existe un centro único de todos los círculos  o esferas celestes. Segundo postulado: el centro de la tierra no es el centro del mundo, sino tan solo el centro de gravedad y centro de la esfera lunar. Tercer postulado: todas las esferas giran entorno la sol, que se encuentra en medio de todas ellas, razón por la cula el centro del mundo está situado en las proximidades del sol…Sexto postulado: los movimientos de los que aparentemente está dotado el sol, no se deben en realidad a él, sino al movimiento de la tierra y de nuestra propia esfera, con la cual giramos  entorno al sol exactamente igual que los demás planetas. La tierra tiene pues más de un movimiento.” 2
Esta concepción choca con los modelos, con la autoridad filosófica y teológica, y da el advenimiento a la neonato época científica. Galileo Galilei expresa su adherencia al Copernicanismo y paulatinamente empieza a recolectar  pruebas observables y matemáticas para demostrar su validez; en tal proceso entendió que debía replantear la representación del mundo, negar las concepciones filosóficas y teológicas de la tradición y de la autoridad. Esto lo llevó a modificar el concepto mismo de observación y a renovar las “formas de considerar las relaciones entre lo aparente y lo real, lo cualitativo y lo cuantitativo, lo racional  y lo empírico”. En este escrito se pretende dilucidar cómo Galileo transformó estos conceptos dotándolos con nueva significación y, con ello, aportó sustancialmente  al desarrollo de la ciencia.

Concepto de observación

Aun sin conocimientos avanzados sobre teorías de óptica, Galileo Galilei se lanzó a construir el instrumento que le posibilitaría ver hasta aumentado treinta veces el tamaño de los objetos; guía sus ojos al cielo y lo empieza a observar directamente por medio de su artificio: el telescopio. Escrutando este horizonte celeste, observa meticulosamente hasta donde le es posible el relieve lunar, registra detalladamente los datos incluyendo las nuevas estrellas halladas en la constelación de Orión y la constelación de los pleyares, además describe en sus observaciones las lunas de Júpiter. Los datos obtenidos los publica  en lo que ha sido considerado el primer informe científico “el mensaje y el mensajero sideral”. Sus descubrimientos son explicados no solo a partir de datos empíricos, sino también mediados por construcciones teóricas. Galileo recurre al experimento mental o imaginario para explicar sus postulados, de forma tal  que lleva sus tesis al campo de la mente para ponerlas a prueba, muestra con ella el papel que cumple la razón en la nueva ciencia, llevando a un plano formal lo observado.

Lo aparente y lo real

Galileo estaba comprometido con la verdad de sus teorías, defendía la tesis Copernicana como una realidad física, sabía que si la admitía solo como una hipótesis matemática para explicar el movimiento celeste, su pensamiento no seria cuestionado, no obstante Galileo desafió a la iglesia y recibió de ella una condena por defender la verdad ontológica del heliocentrismo.
Fue una creencia generalizada en los antiguos y medievales la consideración según la cual  el mundo era heterogéneo; una sustancia corrupta componía la tierra y una sustancia perfecta, denominada el éter, constituía los cuerpos celestes; esta apariencia, fruto del pensamiento Aristotélico, sería negada por Galileo quien reconocería como incorrecta la separación entre mundo Sublunar (tierra) y mundo supralunar (cuerops celestes).
Para Galileo, tanto la tierra como  los cuerpos celestes  están conformados de la misma sustancia, luego de observar el relieve lunar Concluye: “ciertamente nunca nadie la observó antes que nosotros, por lo que de las tantas veces repetida inspección de las mismas hemos derivado la opinión, que tenemos por firme, de que la superficie de la luna y de los demás cuerpos celestes, no es de hecho lisa, uniforme, y de esfericidad exactísima, tal y como han enseñado de esta y de otros cuerpos celestes una numerosa cohorte de filósofos, sino que, por el contrario, es desigual, escabrosa y llena de cavidades y prominencias, no de otro modo que la propia faz de la tierra, que presenta aquí y allá las crestas de las montañas y los abismos de los valles” 3.
En el saggiatore, el astrónomo comenta cómo su función es explicar los fenómenos de la naturaleza y describir las leyes bajo las cuales esta se rige, en consecuencia no es competencia del científico ni especular sobre las causas, ni sobre las esencias, ni dar explicaciones metafísicas, ni menos finalicistas de los mismos.
Para descubrir la realidad de las cosas el científico se debe basar en la observación y en la experimentación y en la demostración geométrica de los postulados, al tiempo que debe rechazar como criterios de verdad las creencias sin fundamento empírico, las supersticiones, la autoridad o el número de personas que apoyan una teoria. “El grado de aceptación que suscita una tesis no permite juzgar su valor, pues puede darse el caso que una proposición sea verdadera aunque muchos no la crean y muy pocos o nadie la sigan” 4.

Cuantitativo y cualitativo

Las observaciones, registros e inferencias sobre los fenómenos del mundo, los organizaba y demostraba Galileo haciendo uso de la disciplina  matemática; así haciendo uso de la geometría, intentó calcular las montañas y las cordilleras de la luna, las cuales decía el científico eran hasta cuatro veces más grandes que las de su homologa la tierra; utilizó de análoga forma la trigonometría para establecer que las manchas solares se hallan en la superficie del sol, sentando por cierto que no eran fenómenos supralunares como lo afirmaban sus contradictores. Galileo juzgó que la geometría era la disciplina adecuada para demostrar la veracidad de una teoría con lo cual desplaza a la lógica silogística de su jerarquía demostrativa.
En el ensayador, galileo establece someramente la distinción entre características objetivas de los objetos, las cuales son mensurables, y características subjetivas, las cuales no dependen del objeto sino del sujeto; las primeras son matematizables y nos llevan a conocimiento seguro, las segundas no son susceptibles de expresión matemática, nos conducen al error, en consecuencia,  se les debe restar confiabilidad y certidumbre.

Galileo revisa la física Aristotélica que, pese a ser elegante, coherente, lógica, de sentido común y empírica, es cualitativa y, por ello, no describe el mundo físico acertadamente; a ella opone galileo una física de carácter racional y cuantitativa, por supuesto, también basada en la experiencia. Según la exégesis de Carlos Emilio García Duque “La destrucción de la física Aristotélica es total. Donde la tradición distinguía cuerpos pesados y livianos, galileo habla únicamente de cuerpos pesados, donde la física antigua excluía el movimiento en el vacío, la nueva ciencia establece la igualdad en la velocidad de caída  de los cuerpos – de todos los pesos específicos- que atraviesan un medio con resistencia nula. Todos los cuerpos tienden al centro de la tierra, que algunos de ellos se retrasen se debe a causas externas y no a la pesantez, pues incluso el mismo aire como Aristóteles lo había demostrado, tiene peso” 5.

Con Galileo la física se geometriza, el espacio real defendido por Aristóteles es reemplazado por un espacio ideal, homogéneo e infinito, solo posible en la geometría.
En síntesis, el mundo es entendido y explicado  con el uso de la matemática o, mejor, para ser más precisos, con el uso de la geometría, en palabras de Galileo. “la filosofía está escrita en ese grandísimo libro que tenemos abierto ante nuestro ojos, quiero decir el universo, pero no se puede entender si antes no se aprende a entender su lengua, a conocer los caracteres en que está escrito, está escrito en lengua matemática y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas” 6.

Lo racional y lo empírico

Galileo revela su preferencia por lo racional, toda vez que, como quedó dicho en líneas antecedentes, confía en la geometría para demostrar sus postulados, de facto, él lleva un sinnúmero de discusiones al  terreno racional para evitar que sus adversarios le hagan reclamos acudiendo a la experiencia. El astrónomo comentado piensa que cuando la razón persuade al sujeto, no es necesario recurrir al testimonio de los sentidos, a propósito dice, si no es posible ver “con los ojos de la cara, al menos si con los ojos de la mente”.
Para fundamentar su física recurre, en cientos de ocasiones, a experimentos mentales no basándose en la experiencia, verbigracia: para probar que “los cuerpos grandes o pequeños ligeros o pesados, caen con la misma aceleración” Galileo dejaría caer de la torre de pissa dos cuerpos uno más grande y pesado que otro pequeño y liviano, y ambos llegarían a la superficie de la tierra al mismo tiempo si, y solo si, no encontraran resistencia; este experimento lo habría realizado en su mente.
De otro modo, Galileo “Advierte que en la verdad del sistema copernicano cabe esperar confirmación racional antes que sensorial” 7, por ende se evidencia el privilegio de la razón frente a la sensación. Por supuesto que Galileo recurre también a la experiencia para recolectar evidencia observacional y empírica que sirva para argumentar  a favor de sus tesis, de esta forma, cuando observa  las constelaciones y planetas, la luna, Júpiter, saturno, las manchas solares, etc., está partiendo de la experiencia, por supuesto experiencia que, a los sumo, deberá leerse con lo ojos de la razón y con el uso del “recurso metodológico de las matemáticas”.

Sinopsis

Galileo fue el primero en la historia de la ciencia en geometrizar la física por medio de experimentos, su método particular le permitió cimentar una ciencia experimental basado en la matemática, parafraseando a Cassirer, Galileo “aun partiendo de la experiencia y terminando en ella, se propone ante todo determinar los datos de la experiencia en relaciones generales de carácter no ya empírico sino conceptual”, en consecuencia, que la matemática permite medir cuantitativamente los fenómenos de la naturaleza y llevarlos así a un espacio confiable: el racional.
Con ello logró definir el papel de lo empírico, lo cualificable y lo aparente, en función de lo racional, cuantificable y lo real, y sentó, además, las bases para la estructuración de la ciencia moderna.

“Aquellos que buscan el recto camino de la verdad no deben ocuparse de ningún objeto del que no puedan tener certeza igual a la de las demostraciones aritméticas y geométricas”  René Descartes.







BIBLIOGRAFÍA

  1. Marquinez Argote, German. Logica. USTA. Bogota.1998.
  2. Copernico, Diegges, Galileo. Opúsculos sobre el movimiento de la tierra. El comentariolus. Alianza Editorial. Madrid.1983.
  3. Galileo, Galilei. El Ensayador. Madrid: Sarpe.1984.
  4. García Duque, Carlos Emilio. Evolución Histórica del pensamiento Científico. Universidad de Manizales.1997.
  5. García Duque, Carlos Emilio. Evolución Histórica del pensamiento Científico. Universidad de Manizales.1997.
  6. Galileo, Galilei. El Ensayador. Madrid: Sarpe.1984
  7. García Duque, Carlos Emilio. Evolución Histórica del pensamiento Científico. Universidad de Manizales.1997.


























REPRESENTACIÓN DEL MUNDO Y MATEMATIZACIÓN DE LA NATURALEZA

“En la medida en que las proposiciones matemáticas se refieran a la realidad, no son ciertas, no son reales”
                                   Albert Einstein

Preámbulo

En la concepción pitagórica sobre lo real, el ser verdadero inmutable y eterno era representado por los números y las figuras geométricas, los cuales indudablemente estaban en contraposición con los entes corporales por ser estos  variables y perecederos. Es claro que lo antecedente representaba una cosmovisión de mundo.
Los entes matemáticos se constituyen mentalmente, consecuencia de ello es que pertenecen al orden de cosas racionales y, por ende, no se sitúan en el espectro empírico. Si se aplica la matemática al estudio de lo real, este pasa del plano sensorial al orden de la lógica y de la racionalidad, y si se utiliza para fundamentar la “filosofía natural”, conjuntamente se logra salvar el orden racional y se salvan los fenómenos. De hecho esto fue lo que sucedió en la edad moderna con la ciencia: se matematizó la naturaleza con el ánimo de desvelar su secreto a partir del estudio de las leyes físicas que la rigen, partiendo por supuesto de una representación cuasi científica del mundo.

Descartes  y legítimamente Newton hacen un magno aporte al desarrollo de la ciencia moderna intentando matematizar la naturaleza, de aquí nace la pregunta que intentaremos responder en este escrito ¿Cómo representan estos filósofos el mundo y cómo matematizan la naturaleza? Antes de formular una respuesta a este interrogante cabe preguntarnos ¿Cómo determina la matemática el desarrollo de la ciencia?

Implicación de la matemática a la Ciencia

Los matemáticos realistas en sus investigaciones no solo se comprometen con la explicación del objeto a partir de teorías y modelos, sino que también se comprometen con la verdad de las mismas; buscan una verdad apodíctica, indagan su necesidad y universalidad, se basan en la racionalidad para evitar la falibilidad y relatividad de lo sensible.
La matemática es cuantitativa, lo que permite ponderar el objeto y describirlo en sus cualidades primarias como: extensión-magnitud, volumen-dimensión, masa-peso, figura; describe las propiedades métricas de la materia y garantiza objetividad; su método deductivo avalado en axiomas y principios permite demostrar la validez de sus postulados por medio de teoremas; es un  método riguroso, sistemático y lógico; identifica los objetos en un espacio geométrico, lo que posibilita describir cuantitativamente sus cualidades; utiliza patrones de medida arbitrarios, artificiales, altamente sofisticados que dan exactitud y precisión a las medidas y utiliza un lenguaje simbólico formalizado que excluye todo tipo de equívocos.
Es indiscutible que la matemática da a la ciencia: validez, universalidad, racionalidad, orden, objetividad, sistematicidad, exactitud, precisión, poder de predicción, entre otras cosas no menos relevantes. Todas estas bondades nos pueden ayudar a comprender por qué Descartes y Newton se esfuerzan por matematizar la naturaleza.

Descartes: Representación del mundo

Mediante un modelo mecánico, buscaba este filosofo explicar hipotéticamente el mundo a partir de la materia y el movimiento, residente en un universo indeterminado. Todo está compuesto de corpúsculos, los fenómenos naturales deben explorarse partiendo de ellos con relación a su extensión, figura y movimiento, es decir, deben ser observados según las propiedades matemáticas de los cuerpos.
El movimiento es definido como traslación de una vecindad de un cuerpo a otras vecindades, el movimiento está regido por tres leyes: la permanencia entendida como la conservación de quietud de un cuerpo el cual no ha recibido movimiento; conservación de la cantidad de movimiento expresa si dos cuerpos chocan, el movimiento de uno pasa al otro; movimiento rectilíneo que asegura que todo movimiento tiende a realizare según una recta.
El mecanicismo de Decartes niega el movimiento por acción a distancia, excluye la  influencia de fuerza en su teoria corpuscularista; ello le impide dar respuestas satisfactorias y verdaderas a problemas como la fuerza gravitacional y el magnetismo.
“Descartes buscaba la unidad del mundo en una sustancia etérea que llenaba todo los intersticios del espacio y que por medio de grandes torbellinos alrededor de la estrellas movía los planetas alrededor de ella” 1 así explicaba de forma errónea el movimiento de los planetas.
Este filósofo admite un dios que continuamente renueva el universo, termina así fundamentando su física en una metafísica.

Descartes: Matematización de la naturaleza

René esta convencido que los fenómenos de la naturaleza son susceptibles de matematización, esto puede explicar por qué gestó la geometría analítica y dio un gran impulso al álgebra; el fin perseguido no era otro distinto a poder describir y solucionar los problemas de los fenómenos naturales a partir de la ciencia matemática; la que además por su esencia racional puede garantizar según él, la certeza, aquella que no se halla en lo estrictamente empírico.
La materia en sus tres dimensiones y movimientos puede ser descrita por medio del lenguaje matemático, según el filósofo “Podemos concluir que son dudosas la física, la astronomía y todas las disciplinas basadas en las consideraciones de cosas compuestas, en tanto que la geometría, la aritmética y otras afines, que tratan sobre cosas sencillísimas y totalmente generales sin importar apenas si dichas cosas se hallan o no en la naturaleza, implican algo cierto e indudable” 2.




Newton: Representación del mundo

El mecanicismo, entre otras características, es naturalista, determinista y niega la acción a distancia. Newton no es ni determinista, ni naturalista y en lugar de negar la acción a distancia, la afirma. No obstante, la filosofía de este científico es mecanicista en tanto que reconoce como verdaderas las principales tesis de esta doctrina. A propósito piensa Newton que el universo está compuesto por átomos y vacío; aquellos son partículas sólidas macizas duras,  impenetrables y móviles, de modo que su ontología es corpuscularista lo cual es un principio que se profesa en el  mecanismo; del mismo modo, este pensador aboga por la matematización de los fenómenos de la naturaleza de manera que reconoce propiedades geométricas de la materia como la extensión, la figura-forma y el movimiento.

Newton explica el universo sin necesidad de apelar ni a propiedades ocultas de los entes, ni a sus causas eficientes, ni a explicaciones metafísicas; simplemente se limita a describir los fenómenos de la naturaleza detallando sus cualidades primarias y enmarcando ello en una estructura del universo como una gran máquina.
La tradición buscaba la causa para explicar el fenómeno, Newton explica de forma contraria: primero analiza éste, luego explica aquella si, y solo si, es susceptible de observación empírica o demostración matemática. Recuérdese que el científico en mención no acepta hipótesis principio, sino solo hipótesis conjetura, por ello está impedido a responder a las explicaciones de causas.

Recordemos que en el mecanicismo de Descartes, el universo es indeterminado, existe materia y una sustancia etérea que llena los intersticios del espacio y todo movimiento se explicaba mecánicamente sin recurrir a fuerzas; Newton se distancia de este filósofo dado que el universo para él es infinito, la materia coexiste con el vacío, ocupando un “Espacio Absoluto tomado en su naturaleza, sin relación a nada externo que permanece siempre similar e inmóvil… Y un tiempo absoluto verdadero y matemático en sí y por su propia naturaleza sin relación a nada externo que fluye uniformemente” 3
En este mundo infinito las cosas se explican recurriendo a fuerzas atractivas como las fuerzas centrípetas y repulsivas, como las fuerzas centrifugas y, específicamente, a las tres leyes fundamentales a saber: La inercia, la fuerza gravitacional y la acción reacción. Newton está convencido que las fuerzas no son suficientes para explicar la dinámica del mundo, esta máquina entraría en desaceleración, incluso podría detenerse a menos que Dios, que no es holgazán ni ocioso, revisara su creación, su máquina y la impulsara de vez en vez.

Newton: Matematización de la naturaleza

Como mecanicista piensa este filósofo de la naturaleza que los fenómenos se pueden explicar en función de las propiedades matemáticas de los cuerpos. “Así se ve en Newton la necesidad de empezar por definir la cantidad de materia quantitas materia, la cantidad de movimiento y la fuerza incita (inercia) en términos cuantitativos mensurables de manera que resulten matematizables” (Eloy Rada introducción a principio matemáticos de filosofía natural de Newton). En efecto, se esfuerza también este “filósofo de la naturaleza” por cuantificar las fuerzas y el movimiento, dice Newton en su obra magna “El movimiento del todo es la suma del movimiento en las partes singulares, en otras palabras, la traslación del todo a otro lugar es idéntica a la suma de las traslaciones de las partes a otro lugar, por lo cual el lugar del todo es idéntico a la suma de los lugares de las partes y esa es la razón de que sea interno y esté en todo el cuerpo” 4. Esta premisa hace evidente la posibilidad de mesurar la posición y desplazamiento de un móvil.
La fuerza gravitacional, “aunque -no su esencia- puede describirse matemáticamente mediante la célebre ley que establece  la acción como proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de las distancias entre ellos” (José Granes).
El tiempo es de esencia matemática, así mismo el espacio es de orden geométrico, las relaciones de espacio, tiempo y movimiento en Newton se hallan vinculados a representaciones geométricas y la materia se escribe según sus propiedades métricas.
En el caso de la fuerza centrípeta incluida por él, Newton se esfuerza por dar nociones matemáticas de tal fuerza diciendo que no pretende “especular sobre sus causas y sedes físicas”.
En suma, Newton representa matemáticamente el mundo, porque elabora hipótesis conjetura de esencia geométrica que puedan demostrarse mediante experimentos y porque elabora leyes que se expresan mediante principios matemáticos universalmente válidos, como lo expresa el filósofo Carlos Emilio García Duque ”la física Newtoniana representa la síntesis de Galileo acerca de la caída de los cuerpos , el movimiento inercial, la uniformidad en la aceleración del movimiento y las leyes keplerianas sobre la elipticidad de las órbitas planetarias que, desarrollando el modelo heliocéntrico de Copérnico, corrige y mejora la representación matemática del mundo” 5.

Sinopsis

Descartes, estableciendo un universo indeterminado, dotado con materia compuesta de átomos, un espacio lleno compuesto de una sustancia etérea, ofreciendo una explicación mecanicista de las cosas, mostrando un  movimiento sin ser determinado por la influencia de fuerzas, requiriendo a un  dios que continuamente renueva el mundo que crea y desarrollando la geometría analítica (que utiliza para describir problemas de materia movimiento en un espacio geométrico y luego algebraicamente describe la materia), abre paso a la estructuración de la ciencia moderna.

Por su parte, newton, asentando  la concepción de un universo infinito, de un espacio y tiempo absoluto, de un mundo compuesto de materia y vacío, regido por leyes y por fuerzas de atracción y repulsión, y con el desarrolla del cálculo infinitesimal, permitió estudiar el comportamiento de una función determinada, la manera clara de relación matemática entre dos variables (verbigracia: podría hallarse la relación entre un cuerpo celeste, la luna y la fuerza necesaria para mantenerse en órbita), también logró fundamentar la física moderna a través de la matematización de la naturaleza.
La geometrización y la matematización de la física aportada por Descartes y Newton, además de unificar el estudio de los entes terrestres y celestes, permitieron fundamentar en la ciencia moderna la racionalización de la experiencia, la universalidad y objetividad, la claridad y precisión, la sistematicidad y verificabilidad de las hipótesis y, de algún modo, la predicción, lo que de facto, entre otras características, son propiedad de la ciencia actual.

“La lógica y la matemática -esto son, los diversos sistemas de lógica formal y los diferentes capítulos de matemática pura- son racionales, sistemáticos y verificables… no nos dan información acerca de la realidad; simplemente no se ocupan de los hechos, la lógica y la matemática tratan de entes ideales, tanto los abstractos como los interpretados solo existen en la mente humana”. Pese a esta afirmación de Mario Bunge, Descartes y Newton lograron desarrollar la física matemática y experimental a partir de representaciones ideales de la realidad, he allí una contribución de valor inconmensurable.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Granés, José. Articulo: Isaac Newton innovación y ciencia. XII. N-4.
  2. Descartes, René. Meditaciones Metafísicas. Panamericana.1194.
  3. Newton, Isaac. Principios matemáticos de filosofía natural. Barcelona: Altaza.1970.
  4. Newton, Isaac. Principios matemáticos de filosofía natural. Barcelona: Altaza.1970
  5. García Duque, Carlos Emilio. Evolución Histórica del pensamiento Científico. Universidad de Manizales.1997.


Bacón Francisco inducción por exclusión

John Fredy Zuluaga Duque
Lic en filosofía (USTA)
Mg en filosofía (U. de Caldas).
Doctorado en filosofía (U. de Antioquia). Tesista.


FRANCISCO BACÓN
Análisis propedéutico sobre el método

El método no es sino la instancia fundamental de la ciencia moderna”
Eduardo Bello

La filosofía moderna centra su reflexión en la teoría general del conocimiento, suscitando problemas gnoseológicos sobre el origen, la esencia, la posibilidad y los límites del mismo. Concomitantemente a esto, surge la preocupación por solucionar interrogantes de esencia metodológica. De facto, conocer lo real implica diseñar procedimientos y reglas que permitan adecuadamente observar, describir, explicar, predecir e, incluso, transformar el objeto o el fenómeno; esto es plausible si se crea un método confiable capaz de acercar el “ente” investigado al sujeto cognoscente. Francisco Bacón y Renato Descartes encauzan sus esfuerzos hacia la fundamentación de un método seguro que permita descubrir la naturaleza, desarrollar la ciencia y conducir el espíritu hacia la verdad; el primero cimentó el método inductivo y el segundo estructuró el método deductivo. Efectivamente Bacon identifica en la inducción la vía adecuada para conducir “la filosofía experimental” y las “artes mecánicas” hacia el progreso, siendo este el resultado de descubrir la naturaleza y controlarla en función del bienestar humano. Descartes reconoce en la deducción el camino acorde con su proyecto arquitectónico del saber, este método por su esencia matemática corresponde con sus intereses y su concepción como racionalista. El método para Bacon es indispensable para “interpretar la naturaleza”.

Siendo un optimista epistemológico, piensa él que el conocimiento del mundo es posible, por lo cual la realidad puede ser percibida por el sujeto apelando este a la observación, los hechos  y la experiencia, las cuales en suma representan las fuentes últimas donde se valida el conocimiento. Los sentidos nos permiten percibir las “veracitas naturae” (veracidad de la naturaleza), ya que esta es un libro abierto, no obstante necesita ser regulado y conducido por el método. Este permite “leer el libro de la naturaleza tal como esta es”. La importancia que Bacon atribuye  al método es estructural y, para resaltar ello, se ha construido este ensayo. Aquí deseamos responder al cuestionamiento:
¿Qué papel desempeña en la filosofía de Bacon el método y en qué consiste este?
Para tal efecto nuestro discurrir se dividirá en las siguientes partes: Críticas a las formas de conocer la naturaleza, lastres para el desarrollo de las ciencias, construcción de la ciencia, consideraciones generales sobre el método, el nuevo instrumento: el método inductivo, inducción por exclusión y sinopsis.

Críticas a las formas de conocer la naturaleza
La anticipación de la naturaleza lleva al espíritu a la doxa o presunción, y la interpretación de la naturaleza lo traslada a la episteme. La primera es una falsa vía y la segunda es la verdadera, el método cumple una doble funcion: afirmar esta (episteme) y negar aquella (doxa).
Anticiparse a la naturaleza implica establecerse en los prejuicios o prenociones, en las supersticiones, en la ignorancia (negligencia de la inteligencia) para explicar el mundo; también representa la formulación de conjeturas, especulaciones, hipótesis, teorías falsas, meditaciones sin fundamento empírico  y abstracciones precipitadas para acceder a lo real. Se anticipa a la naturaleza quien haciendo uso de los métodos como el dialéctico-argumentativo, el deductivo- silogístico, o el escolástico, cree erróneamente haber descubierto la realidad de los objetos investigados.
El método comete la función de conducir el espíritu por un sendero equilibrado que no es ni dogmático, es decir,  “el que  confía arrogantemente en que todo se puede saber”; ni es acataléptico o, lo que es igual, “el que piensa que todo se debe dudar”; contrario a ello, el método debe guiar el espíritu hacia la eucatalepcia, entendido como el término medio que reconoce la posibilidad del conocimiento sin desconocer sus alcances ni límites.

Interpretar la naturaleza involucra fundamentar el conocimiento en la experiencia, renunciando completamente a las nociones confusas y falsas; implica negar las seudo-filosofías, sean: sofística-racionalista (crítica a los métodos deductivos utilizados por Aristóteles y los escolásticos), empíricas (explicaciones vulgares y reducidas. Crítica a la filosofía que descansa sobre una “base excesivamente estrecha de experiencia y de hechos en general y sus conclusiones se derivan de datos legítimamente demasiado restringidos”), y la supersticiosa (crítica a la filosofía corrompida de teología que recurre a causas finales o primeras para explicar las cosas. Verbigracia Platón y Pitágoras).
Para practicar el método de la interpretación de la naturaleza se debe limpiar la mente de las doctrinas falsas y de los ídolos de la tribu, de la caverna, del foro y del teatro. Los primeros “se fundan en la naturaleza misma del hombre”; los segundos se fundan en la naturaleza individual de cada uno”; los terceros “provienen de la reunión de los hombres” (lenguaje) y los últimos son los “introducidos en el espíritu por los diversos sistemas de los filósofos y de los malos métodos de demostración”. Francisco Bacon, Nuevo organon, libro I, aforismos XLI, XLIII, XLIX, XLV.

Es pues necesario para interpretar la naturaleza limpiar el espíritu de estos ídolos, rechazando así toda acción impostora para recibir la naturaleza con fidelidad en la mente.

Lastres para el desarrollo de las ciencias
Los ídolos cercenan el progreso de la filosofía natural, el periodo histórico griego que desdeñaba el trabajo manual y el conocimiento concreto también la truncan. La época romana  que centraba sus preocupaciones en la filosofía moral y política, el periodo escolástico que desplazaba la filosofía natural por situar en la cúspide a la teología, son otras causas del retroceso científico, esto sumado a la ausencia de una cultura científica, a la fragilidad del entendimiento, a la ausencia de objetos claros de investigación, truncan a sí mismo el progreso de la ciencia. Para Bacon el fin de la ciencia no ha sido bien programado, los métodos utilizados han sido inefectivos, consecuencia de esto han atrasando el conocimiento; “el objeto y el fin último de las ciencias han sido, pues, mal establecidos por los hombres; pero aun cuando los hubiera fijado bien, el método era erróneo e impracticable” (Francisco Bacón, nuevo organon, libro I aforismos LXXXII).

El método verdadero debe anteponer a la  tradición, la observación y  la argumentación, debe reemplazarla por la experimentación, la lógica deductiva, se le debe oponer el nuevo instrumento: la inducción, la dialéctica debe sustituirse por el descubrimiento de las cosas y el método escolástico  debe reemplazarse por la autoridad de los sentidos que perciben la naturaleza, ello permitirá un avance sustancial de la ciencia. El método, como se observa con claridad, juega un rol importante en el desarrollo científico.

Construcción de la ciencia
El método verdadero niega cómo se ha dicho todo tipo de anticipación de la naturaleza, solo positiviza la interpretación de ella como única vía, para ello es menester restaurar la experiencia como criterio de verdad, observar sistemáticamente los hechos, ordenándolos y utilizar el experimento.
Cabe decir con Bacón “la mejor demostración es, sin comparación, la experiencia, siempre que se atenga estrictamente a las observaciones. La ciencia pasa así de ser hipotético- deductiva a ser experimental.

Consideraciones generales sobre el método
“El verdadero método conduce al espíritu por un camino seguro a través de los bosques de la experiencia, a los campos dilatadas e iluminados de los principios” Bacon.

El método inductivo propuesto por Bacon consiste en “establecer distintos grados de certidumbre, en socorrer los sentidos limitándolos, en proscribir la más de las veces el trabajo del pensamiento que sigue a la experiencia sensible, en fin, en abrir y garantizar al espíritu un camino nuevo y cierto que tenga su punto de partida en la experiencia misma”. El método debe establecer la alianza íntima entre las facultades experimentales y racionales; el filósofo que sea capaz de practicar el método, no debe ser como los empíricos o dogmáticos que se asemejan a hormigas que “solo saben recoger y gastar  la experiencia”, ni tampoco debe comportarse como los racionalistas equiparables a las arañas “que forman telas que sacan de sí mismos” sin recurrir  a lo exterior, sino que debe ser como las abejas que, situándose en el justo medio entre ambas, “recogen sus materiales en las flores de los jardines y de los campos” (experiencia), pero los transforman  y los destilan por una virtud que le es propia (inteligencia).
Bacon sobrevalora el método, no solo porque afirma que gracias a este es posible igualar las inteligencias (“es tal nuestro método de descubrimientos científicos, que no deja gran cosa a la penetración y al valor de las inteligencias, antes bien, las hace a todas aproximadamente iguales”), sino además porque tiene fe ciega en él, llegando incluso a afirmar que con su buen uso se puede representar la realidad en la mente, luego de hacerle al mundo, a través de este instrumento “ una disección y una anatomía muy exactas”.
Por lo que respecta al alcance del método, este puede ser aplicado a todo tipo de ciencia, por supuesto que las más acordes con su uso, son las artes mecánicas, las cuales co-ayudan a fundamentar la filosofía experimental, lo que no excluye a la utilización de este método todo tipo disciplina científica. En palabras de  Bacón, “véase ahora más bien una duda que una objeción, se nos preguntará si solo hablamos de la filosofía natural o si queremos también aplicar nuestro método a otras ciencias lógicas, morales, políticas; es cierto que tenemos nuestra mira en todas esas ciencias, a la vez y lo mismo que la lógica vulgar, en la que reina el silogismo, no se dirige tan solo a las ciencias naturales, sino a todas sin excepción; nuestro método, que procede por inducción, tiene también un alcance universal” (Francisco Bacón, nuevo organon, libro I aforismos LXXXI).


El nuevo instrumento: el método inductivo

“El mecánico, el médico, el matemático, el alquimista, el mago” han tenido un mediano éxito en su empresa y ello es el resultado de la utilización de métodos inefectivos, por ello se hace necesario buscar nuevos medios. Los descubrimiesntos no pueden devenir ni del azar ni de la casualidad ni de la adivinación, debe ser una conquista de la inteligencia que obedeciendo a la naturaleza logra interpretarla y controlarla en pro del bienestar humano.
Entre los métodos antiguos, la lógica  perpetuaba  los errores, esta se basa en un conjunto de proposiciones compuesta de términos, que tienen validez en nociones, pero que no recurren a lo real y por ello carecen de validez. La lógica silogística no permite descubrir verdades sino continuar con las que ya se dan establecidas por ciertas.
El método dialéctico somete el mundo solo al “pensamiento y  las palabras de los hombres”; como arte de la discusión por medio del diálogo y la argumentación, se intentan demostrar verdades apodícticas y dotarlas de universalidad, tales demostraciones recurren poco o nada a la fuente verdadera de conocimiento: la experiencia. Dice Bacon: “La inteligencia, abandonada a sí misma, sigue la primera de dichas vías, que es también el camino trazado por la dialéctica, el espíritu, en efecto, arde de deseo por llegar a los primeros principios para descansar, apenas ha gustado la experiencia cuando la desdeña, pero la dialéctica a desenvuelto singularmente todas esas malas tendencias para dar más brillo a la argumentación,”. Este método, obviamente reclama Bacón, debe ser rechazado.
El método escolástico constituido por tres elementos, la lectura de textos (lectio), la problematización y crítica (questio), el diálogo y la confrontación (disputatio), busca probar la validez de las cosas en la autoridad de los filósofos o de la Biblia y no en la naturaleza misma, el craso error de este método no debe perdonarse, la especulación debe ser reemplazada, insiste Bacon, por la demostración de las proposiciones en la experiencia.
Existen dos métodos inductivos uno de los cuales es falso, sea el que “partiendo de la experiencia se remota en seguida a los principios más generales (axiomas supremos) y en virtud de esos principios que adquiere una verdad incuestionable, juzga y establece las leyes segundarias” (axiomas medios). Este método  no es correcto porque hace abstracciones precipitadas porque analiza un trozo de la realidad y hace saltos abruptos a la generalización. La vía verdadera es aquella que “de la experiencia y de los hechos induce las leyes, elevándose progresivamente y sin sacudidas hasta los principios más generales que alcanzan en último termino”. En la falsa inducción, la información que suministran los sentidos que son “viciosas e insuficientes” no se depuran, las nociones son mal definidas, los principios deducidos de las muestras particulares, se hacen por simple enumeración sin hacer “exclusiones o las soluciones últimas de la naturaleza”.
Los antiguos practicaban un método de investigación e invención inductiva falsa; primero meditaban sobre un gran número de hechos; segundo hacían tablas para clasificar y ordenar los datos; tercero deducían las proposiciones; cuarto probaban sus hipótesis recurriendo a ejemplos. El error de este método consistía en “remontarse de ciertos ejemplos y de algunos hechos (a las cuales se agregaban las nociones comunes y probablemente admitidas y más en favor) a las conclusiones más generales y a los principios fundamentales de las ciencias, y en deducir de esos principios, elevados a la categoría de axiomas incontestables, las verdades segundarias y las inferiores, por una serie de deducciones”. Si un contraejemplo contradice el principio o los dogmas, los antiguos reducían con habilidad retórica a la ley general mediante distinciones o interpretaciones, avalándolas en argucias argumentativas denominadas excepciones a la ley.
El método de inducción por exclusión es el verdadero, rechaza según lo dicho la inducción vulgar por simple enumeración, la deducción silogística, la dialéctica y el método escolástico.

Inducción por exclusión
Partiendo de la experiencia, el sujeto emprende hacia la interpretación de la naturaleza, empieza a recolectar un “ejército de hechos”, los ordena y clasifica en tablas especiales de descubrimiento. Luego de poseer suficientes hechos “metódicamente encadenados o agrupados”, se principia a ascender “por grado sucesivos de los hechos a las leyes menos elevadas, después a las leyes medianas, elevándose más y más hasta que alcance al fin las más generales de todas”. Cabe resaltar que las leyes menos elevadas no son muy distintas de las experiencias, las leyes intermedias deben estar soportadas en ellas y deben ser fundamentos de las leyes más generales. La inducción que es útil para el descubrimiento y la demostración en las disciplinas científicas y las artes mecánicas, “debe separar la naturaleza por exclusiones legítimas y, después de haber rechazado los hechos que convengan, deducir la conclusión en virtud de los que admita”.

El intérprete de la naturaleza debe construir tablas de ser y presencia, para indicar los hechos en que aparece la propiedad investigada, también debe construir tablas de desaparición o de ausencia en los análogos, en ella debe enumerar los hechos en los cuales la propiedad no se encuentra o se desvía, ello es necesario para controlar los hechos y garantizar las correctas inferencias.

Sinopsis
Bacon se propone con el nuevo organon reformar las ciencias partiendo de una teoría del conocimiento basada en la experiencia, los hechos y la observación. Propone el método inductivo (por exclusión) como vía correcta para interpretar la naturaleza, para esto ataca la tradición, los ídolos, los prejuicios y los métodos antiguos y escolásticos, que solo conducen a la anticipación de la naturaleza.

El método debe conducir al desarrollo de las ciencias usado para descubrir la naturaleza, el descubrimiento de las cosas permite su control. Por ende, la naturaleza descubierta es susceptible de ser controlada y orientada al servicio del hombre para la satisfacción de sus necesidades y carencias.
El fin del método es conducir el espíritu hacia el saber y el fin del saber es imperar sobre las cosas.

“Aquellos que se esfuerzan por fundar y extender el imperio del género humano sobre la naturaleza, tienen una ambición (si es que este nombre puede aplicársele) incomparablemente más sabia… pero el imperio del hombre sobre las cosas tiene su único fundamento en las artes y en las ciencias, pues solo se ejerce imperio de la naturaleza obedeciéndole” Bacon.



BIBLIOGRAFIA

Kart R, Popper. Conjeturas y refutaciones. Paidos .España.1972.

Ferrater, Mora. Diccionario de Filosofía. Alianza. España. 1994.


Bacón, Francisco. Novun Organum. Porrúa. México.

Descartes piedra angular del pensamiento moderno

John Fredy Zuluaga Duque
Lic en filosofía (USTA)
Mg en filosofia (U. de Caldas).
Doctorado en filosofia (U. de Antioquia). Tesista.


DESCARTES PIEDRA ANGULAR DEL PENSAMIENTO MODERNO

“El cogito ergo sum es la fórmula sobre la cual gira la modernidad; cogito que en el fondo es la abstracción de la totalidad histórica europea como imperio manifestado ahora en subjetividad. El ser aparece como una manifestación  esencial del pensar. La realidad es una mera representación de la reproducción del cogito, dado que la conciencia pone el ser y lo integra a su Dominio”
Roberto Salazar

Preámbulo
El Teocentrismo es un elemento esencial que refleja el pensamiento medieval, en donde el eje de la reflexión es Dios, y la verdad es expresada por la religión; esta cosmovisión se esfuerza por explicar racionalmente el mundo y la naturaleza a través de la doctrina revelada; la certeza se descubre en la fe y en los dogmas inscritos en la Biblia. En el medioevo, los problemas fundamentales giran en torno de la armonización entre la teología (fe) y la filosofía, de la cultura filosófica establecida sobre la base del cristianismo propagado a partir de las escuelas monásticas, de la asimilación de la cultura griega interpretada según los exegetas judíos y musulmanes, de la difusión de la doctrina Aristotélica.

El renacimiento puede ser considerado como: el advenimiento  de la negación del pensamiento medieval (sea desde la literatura, el humanismo, la ciencia, la filosofía); el desvelamiento de las doctrinas platónicas y aristotélicas; el paso del antropocentrismo con manifestaciones claras de secularismo, ateísmo, anti-cristianismo. También puede ser admitido como: el comienzo del desplazamiento de la teología por la ciencia experimental, entre otras cosas, no menos relevantes.

La modernidad construye una visión de mundo a partir de la afirmación del pensamiento renacentista y de la contradicción del pensamiento de la época medieval, de facto, la modernidad representa:
Una oposición al teocentrismo, sustituyendo esta visión por el antropocentrismo; las verdades de la iglesia cristiana ceden a la verdades objetivas encontradas por el sujeto; el conocimiento, la explicación del mundo y de la naturaleza se buscan no desde el dogma revelado, sino a partir de la observación y experimentación. En la modernidad la filosofía reclama su autonomía frente a la teología, aquella no se construye a través de la tradición, ni de la autoridad, sino desde la experiencia, el examen crítico  y la observación de los fenómenos. En la modernidad sucumben los dogmas de fe para ser reemplazados por la verdad que se acierta en la razón, se desploma el método escolástico y emerge el método analítico-matemático y el inductivo, agoniza el dogmatismo y se abre la libertad de opinión y de  pensamiento.

Cabe cuestionar ¿Quién fue el fundador de este pensamiento moderno? Respondemos innegablemente siguiendo a Eduardo Bello: “Descartes ha fundado definitivamente el pensamiento moderno, su discurso sobre el método entendido como camino de la razón teórica y práctica constituye el signo más inequívoco, la piedra fundamental del edificio del saber y de la cultura moderna”1
 Grosso modo, pretendemos exponer en estas páginas cómo la filosofía cartesiana, en efecto, puede ser considerada como el inicio del pensamiento moderno, para lo cual se enunciarán sus ideas más relevantes, clasificando su concepción según estas categorías: metodológica, epistemológica y ontológica.

Concepción Metodológica
El dudar es la esencia del escéptico, mas descartes halla en la duda el medio para encontrar la objetividad, no para residir en ella (su método comienza dudando y finaliza creyendo), por ello este filósofo no es escéptico, su dudar es metódico, su duda no es causada por el capricho, ni el azar, por el contrario, es secuenciado, lógico, deductivo y analítico, responde a un orden, al “ordo Geométrico”. Descartes divide su método en cuatro pasos:
El primero consistía en no afirmar jamás cosa alguna como verdadera sin haber conocido con evidencia que así era… el segundo en dividir cada una de las dificultades a examinar en tantas partes como fuera posible y necesario para mejorar su solución. El tercero con ordenar el pensamiento empezando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a poco gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos…. Y el último en hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan amplias, que llegase a estar seguro de no haber omitido nada” 2.
Este método analítico, inspirado en la matemática, vincula estrechamente el proceso de investigación con lo experimentable racionalmente y con lo mensurable.
Para Descartes, la ciencia solo a través de la intuición clara y evidente, y los modelos matemáticos, muestra el camino recto para acceder al saber confiable. La modernidad busca la prueba de las hipótesis en la verificación experimental, en la racionalidad lógico-matemática; nuestro filósofo comentado es visionario de tal modelo investigativo. A propósito afirma Blanché, citando a Descartes, “no dejó de interesarse en la observaciones y experimentos, no dejó de practicar él mismo el racionamiento experimental.”(R. Blabche, el método experimental y la filosofía de la física)

Así rompe René con el método especulativo y eminentemente metafísico de la filosofía medieval, es así como trasciende con su método analítico los métodos escolásticos que buscaban la verdad por medio de la argumentación que, en el peor de los casos, se asentaba en la retórica y no examinaba la verdad en las demostraciones observacionales, experimentables o racionales. El método significó una nueva forma de conocer y entender el objeto, sin duda menoscabó la filosófica medieval en el campo metodológico.

Concepción Epistemológica
Descartes deseaba encontrar verdades firmes y absolutas, empieza a dudar metódicamente de todo lo que no se presente claro y distinto a su razón; desconfía de aquello que no es evidente, duda de Dios, del mundo sensible, de su cuerpo, incluso de las matemáticas; empero no puede dudar de que duda, y si duda piensa, y si piensa existe, así encuentra el principio de su filosofía por antonomasia: “cogito ergo sum”. La verdad se torna luego de excluir la duda en conocimiento preciso, intuición de la esencia en la conciencia. El conocimiento seguro se fundamenta en la filosofía, la cual debe ser saber autónomo y riguroso equiparable a las ciencias naturales y exactas. La duda metódica se hace necesaria para instituir las bases de la investigación científica; ahora el filósofo y el científico deben dudar incluso de sus teorías, deben revisarlas y mejorarlas.

Descartes fragmenta haciendo uso de la duda metódica con el medioevo (en lo concerniente a lo gnoseológico), porque construye criterios de verdad como lo son la claridad y la distinción y niega la tradición, las costumbres, los dogmas como fundamentadores de la verdad, tal como sí lo estipulaba el pensamiento medieval. Abre, entonces, el paso al pensamiento libre, da autonomía a la filosofía independizándola de la teología, la verdad ya no está en lo revelado por Dios, sino en la razón.
Concepción Ontológica
El “cogito ergo sum”, como se ha dicho, es el primer principio que fundamenta  la filosofía cartesiana, el yo, el “subjetum” que duda se pone por encima de la cultura, de la sociedad, de los conceptos adquiridos por medio de los sentidos y por encima de lo imaginado o construido artificialmente; encuentra la verdad en lo innato, en lo que se intuye en la conciencia. En esta “autoconciencia” el yo pienso se descubre a sí mismo como sustancia, esta cosa pensante que sabe que duda es conciente de su imperfección, mas sabe que existe un ente perfecto que no duda y que es Dios, este ser omnipotente le ha plasmado en la mente al ser que piensa su concepto de existencia. Descartes descubre que este ser infinito, la deidad, existe realmente. Dios no queriendo engañar al sujeto, haciéndolo creer que el mundo externo existe, crea un mundo real y lo hace inteligible al sujeto.
Descartes descubre, en consecuencia, tres tipos de entes: rex cogita, rex infinita y rex extensa, tres entes con sustancias independientes, irreductibles entre sí.
Esta ontología cartesiana abre la posibilidad de estudiar el alma del hombre (psicología), el mundo (física) y a Dios separadamente; a partir de esta “nueva” ontología se separa y se distingue el estudio filosófico del teológico y del natural.
En el medioevo Dios era estudiado desde lo exterior, con Descartes es conocido desde lo interior, desde la conciencia; tal postulación cambia ostensiblemente la forma de hacer el racionamiento teológico, Dios se descubre por “intuición racional”; su estudio es realizado independiente de las otras sustancias; esto es, en fin, la división de disciplinas según su objeto; rasgo propio del pensamiento moderno.
La esencia del alma es pensamiento y la esencia del cuerpo es la extensión, alma y cuerpo están unidos accidentalmente; aunque aparentemente ello no agregue algo nuevo a la metafísica antigua o medieval que coincide con la concepción antropológica de Platón y san Agustín, sí agrega algo importantísimo, y es la visión del hombre máquina, un cuerpo extenso que puede ser estudiado en su plena corporeidad, cosmovisión que en el medioevo no tenía cabida.
Descartes centro su reflexión también en el hombre, de allí que contribuya a ampliar la visión antropo-centrista característica de la filosofía moderna.

Concepción Racionalista –Subjetivista
El objeto para descartes es la representación del sujeto, el ser se manifiesta en el pensar, la verdad se haya en la razón, la realidad es consecuencia racional. El conocimiento tiene en la racionalidad su origen y demostración; la emoción y la voluntad pasan a ser supeditadas por la razón. Así comienza Descartes a estructurar paulatinamente el racionalismo como repuesta al problema gnoseológico ¿Cuál es el origen del conocimiento? ¿Qué es la verdad?
El racionalismo representó una ruptura con el pensamiento medieval, en cuanto hace un viro a los problemas filosóficos y se desvía aún en la manera de solucionarlos. Este nuevo modelo de problematizar sobre el conocimiento, desplaza el modelo explicativo aristotélico que fundamentaba el razonar medieval y abre indubitablemente otro abanico de oportunidades. El racionalismo rompe con la tradición aristotélica que funda el mundo desde la observación de los hechos empíricos y desdeña los modelos analíticos matemáticos.
“El modelo de la filosofía racional va  a estar caracterizado por una especial concepción de lo real, por un deseo de construir, en forma a priori, esquemas mentales dentro de los cuales se pretende encajar el conjunto de lo real, por un método tomado del modelo de las ciencias matemáticas que  tiende siempre a explicar la ciencia desde la necesidad y universalidad lógica, pero no desde el análisis mismo de los hechos empíricos”3.

Sinopsis
Si los criterios de verdad en la edad media yacían en la autoridad, la tradición, la fe, los dogmas… y Descartes crea criterios de verdad completamente diferentes como la claridad y la distinción que conducen a la evidencia; si la verdad en la edad media era de naturaleza especulativa y Descartes busca una verdad apodíctica, universal, necesaria y de naturaleza racional; si el método de la edad media era el hipotético deductivo o la mera lógica silogística aristotélica, la cual buscaba demostrar verdades pero no pretendía  encontrarlas, o el método de describir lo observado cualitativamente, y Descartes impone un método analítico axiomático, y desea una lógica innovadora que sierva para descubrir verdades, así como entiende lo real desde lo cuantificable; si en la edad media la filosofía y la teología son interdependientes y Descartes reclama la independencia de la filosofía; si en la edad media se busca contemplar el mundo y Descartes intenta descubrirlo, controlarlo, desvelarlo; si en la edad media la matemática jugaba un papel terciario y Descartes pone la matemática como cimentación de las ciencias; si lo antedicho es cierto ¿Cómo podemos dudar que Descartes fundó el pensamiento moderno? Evidentemente, esta idea por clara y distinta no podemos dudarla: Descartes es el fundador del pensamiento moderno.


“… y siempre sentía un deseo inmenso  de aprehender a distinguir lo verdadero de lo falso, para ver claro en mis acciones y andar con seguridad en esta vida….”
René Descartes.

Citas Pie de Página.

1.           Eduardo, Bello. Comentario. Rene, Descartes. Discurso del Método. Atalaya.  Barcelona.1987.
2.           René, Descartes. Discurso del Método. Atalaya.  Barcelona.1987.

3.           Hernando, Barragán. Filosofía Moderna. USTA. Bogotá. 1999.

Filosofía para niños en la era cibernética

El pensamiento crítico y creativo posibilita generar un desarrollo mental, emocional y de liderazgo en los educandos. Hoy en la era cibernét...