jueves, 25 de julio de 2013

Kant. Distinción entre Filosofía y Matemática.

DISTINCIÓN ENTRE FILOSOFÍA Y MATEMÁTICAS EN KANT

“La razón humana tiene, en una especie de sus conocimientos, el destino particular de verse acosada por cuestiones que no puede apartar, pues le son propuestas por la razón misma, pero a las que tampoco puede contestar, porque superan las facultades de la razón humana”
Inmanuel Kant

             I.      Análisis propedéutico respecto al conocimiento filosófico y al conocimiento matemático.

Kant entiende por filosofía un tipo de conocimiento racional que por medio de principios y conceptos establece los límites de la razón, tanto en su uso especulativo o teórico como en su uso práctico y busca determinar las condiciones de posibilidad a priori de los objetos y de la experiencia posible. La filosofía como crítica pretende: controlar el deseo humano de trascender la experiencia, realizar un riguroso examen de las capacidades de la razón, establecer un tribunal de la razón pura para juzgarase ella misma, cuestionar a la metafísica dogmática puesto que ésta sobrepasa los límites circunscritos por la experiencia, superar el dogmatismo y el escepticismo[1].
Se evidencia que para Kant la filosofía cumple una función crítica en cuanto establece que sólo es posible y deseable conocer lo dado, si antes se hace un examen crítico de los fundamentos del conocimiento  y de las creencias últimas. Pero la filosofía no sólo es conocimiento crítico, sino también trascendental, pues estudia las condiciones que hacen posible el conocimiento a priori de las cosas; verbigracia: la intuición pura a priori del espacio, es condición de posibilidad del conocimiento de la geometría y la intuición pura del tiempo es condición de posibilidad del conocimiento de la aritmética.
Como sistema de conocimientos a priori la filosofía trascendental es considerada meta-teoría, en tal sentido la filosofía no versa sobre objetos directamente sino sobre los conceptos que tenemos de los objetos; dicho en otros términos, el racionamiento filosófico trascendental no brinda un saber de la realidad como la intuimos, sino que ofrece un conocimiento de la realidad en cuanto es pensada a través de conceptos. El conocimiento trascendental se refiere  sólo al conocimiento a priori y por ello no tiene origen en la experiencia posible, no obstante puede ser referido a objetos de la experiencia; a propósito dice el filosofo oriundo de Konigsberg “llamo trascendental a todo conocimiento que se ocupa no tanto de los objetos, como del modo de conocerlos en cuanto este modo es posible a priori. El sistema de tales objetos puede ser llamado filosofía trascendental” (KrV B 25).

Para Kant la matemática es un conocimiento que opera por construcción de conceptos, según ello la matemática es intuicionista o constructivista; pues todo concepto matemático se debe construir recurriendo a una intuición a priori. Este tipo de ciencia es comprendida como teoría de las magnitudes, aunque también estudie las cualidades de los conceptos matemáticos. En cuanto a teoría de las magnitudes la matemática mide los objetos, es decir les asigna valores numéricos a éstos. Kant piensa que la matemática se aplica exactamente a la experiencia, dada su carácter sintético a priori y dado que los fenómenos son magnitudes extensivas e intensivas (más adelante se clarificará esta premisa). La matemática no pregunta sobre el quantum, es decir sobre aquello que es susceptible de ser medido; sino que trata sobre el quantitas o lo que es igual, el resultado de la medición. La geometría, la aritmética y el álgebra son reconocidas como disciplinas matemáticas en el sistema Kantiano. La geometría, en este caso  la euclidiana, investiga las magnitudes extensivas y se basa en axiomas, esto es, en juicios a priori que no necesitan demostración porque recurren directamente a una intuición; la aritmética es la ciencia del número y también se basa en axiomas; por su parte el álgebra se refiere a construcciones simbólicas, y recurre a la aritmética para su fundamentación.


           II.      Tipo de objeto y método de la filosofía y de la matemática.

Con relación al objeto de la filosofía, en la segunda gran división de la crítica de la razón pura “ la doctrina trascendental de los elementos” en su segundo capítulo “canon de la razón pura”; Kant resume en tres los problemas que la filosofía debe responder, a saber: qué se puede saber, qué se debe hacer y  qué es permitido esperar; dicho en sus palabras “todo interés de mi razón (lo mismo especulativo, que práctico) está contenido en estas tres preguntas: primera ¿qué debo yo saber? Segunda ¿qué debo yo hacer? y tercera ¿qué me está permito esperar?[2] .
El objeto de la filosofía según el primer interrogante es epistemológico; estudia la razón pura, sus límites e indaga acerca del conocimiento científico, es así como investiga las condiciones de posibilidad de la ciencia matemática (geometría y aritmética) y de la ciencia física (filosofía natural), así mismo examina  la posibilidad de la metafísica como ciencia. El objeto según el segundo cuestionamiento resulta ser de tipo ético pues investiga la moralidad, y según el tercer problema el objeto es de tipo deontológico ya que trata acerca de la felicidad en cuanto se debe hacerse digno de merecerla cumpliendo el deber. El primero recordemos es un objeto teórico, el segundo es práctico y el tercero es al mismo tiempo teórico y práctico, en cuanto éste funciona como hilo conductor a la solución de lo teórico.

Si la filosofía tal como se mencionó es un conocimiento racional a priori de conceptos y por ende no trata sobre cosas sino sobre representaciones abstractas que hacemos de ellas, será claro que el método no podrá ser el experimental, sino que deberá ser de tipo discursivo; es así como la argumentación se convierte en el camino correcto que debe seguir la filosofía para realizar sus investigaciones y disertaciones. Del mismo modo las pruebas trascendentales son usadas en el sistema kantiano como método para validar el conocimiento filosófico. Este método es analítico o regresivo porque comienza estudiando lo dado y retrocede hasta las condiciones que lo hacen posible. Sea el ejemplo:
P1: Las leyes morales pertenecen a un mundo inteligible y deben cumplirse
P2: Dios y la vida futura existen como posibilidad de tal mundo, si no existiera Dios o si no existiera la vida futura, el mundo inteligible y los principios morales serían químeras
Ergo: Es necesario que Dios y la vida futura existan necesariamente como condición de posibilidad de las leyes morales.

Aquí se partió de algo dado, la ley moral y se retrocedió hasta la condición de posibilidad, la existencia de Dios y la vida futura. Este argumento se utilizó para validar una proposición nacida de la razón pura en su uso práctico; del mismo modo estos argumentos se utilizan para validar proposiciones nacidas de la razón en su uso teórico. Sea el ejemplo: para validar la proposición según la cual las matemáticas pueden ser aplicadas de manera exacta en la experiencia, Kant recurre al siguiente argumento trascendental:

P1: La matemática pura se puede aplicar con precisión a los objetos de la experiencia
P2: La condición de posibilidad, de la aplicación de la matemática es que los fenómenos sean magnitudes extensivas e intensivas; si los fenómenos no fueran magnitudes extensivas ni intensivas, no sería posible la representación del todo a partir de las partes; ni sería posible que lo múltiple se reuniera en una intuición sensible a priori (espacio y tiempo) bajo las cuales se puede realizar el esquema de un concepto puro del fenómeno exterior.
Ergo: Es necesario que todos los fenómenos sean magnitudes extensivas e intensivas, para lograr aplicar la matemática con precisión.

Nótese que en ambos argumentos trascendentales la vía es analítica o regresiva, pues se parte de una afirmación verdadera, se muestra una condición de posibilidad de la cosa que se afirma y se establece que de no darse esa condición de posibilidad, la proposición no sería ni falsa ni verdadera, se concluye por ende la necesidad de la condición de posibilidad. El profesor Juan Manuel Jaramillo resume la estructura básica de los argumentos trascendentales como sigue: “1 se afirma algo (A) como verdadero 2 se demuestra que, de no darse la condición de posibilidad (C), (A) no sería posible (en la interpretación Fregeana de presuposición se diría “si no se diera la condición (C), (A) no sería ni verdadera ni falsa, i.e.,”(A) carecería de sentido) 3 se concluye la necesidad de la condición de posibilidad (C)”[3]
Los argumentos trascendentales deben dar origen a proposiciones universales y necesarias sobre la forma, el funcionamiento y “los límites de la razón Humana”.

Siguiendo a Alberto Campus recordemos que la Filosofía matemática de Kant precede a “las geometrías no Euclidianas, a la algebraización de la lógica, a la aritmetización del análisis y en general a  la reconstrucción de la axiomática de la matemática”, según ello en el tiempo de Kant solo se contaba con la geometría Euclidiana, la aritmética básica, un álgebra incipiente y el cálculo de Newton; a partir de estas disciplinas es que él elaboró su filosofía de la matemática.
En el siglo XX imperaron tres tendencias: el intuicionismo (Brouwer, Heyting); el logicismo (Frege, Russell, Whitehead) y el formalismo (Hilbert, Bourbaki); los primeros piensan que los objetos matemáticos se pueden construir mentalmente desde intuiciones, ésta es la postura defendida por Kant; los segundos intentan reducir la matemática a la lógica; los terceros defienden la formalización completa de la matemática. Para los intuicionistas, postura que nos interesa analizar aquí, la matemática opera por construcción de conceptos, es decir, para construir un concepto es necesario asignarle la intuición pura a priori que le corresponde, si el concepto es geométrico le corresponde la intuición pura a priori del espacio, si el concepto es aritmético le corresponde la intuición pura a priori del tiempo.
Si conocer es juzgar a partir de conceptos, en el caso de las matemáticas, tal conocimiento se valida por medio de las demostraciones; primero se formula un teorema; segundo se realiza una exposición del teorema, verbigracia en el caso de la geometría se muestra la figura; tercero se construye el concepto y por último se elabora el proceso lógico de la demostración, en otras palabras se vinculan los resultados con los respectivos axiomas, siguiendo un racionamiento lógico. Siendo así para resolver un problema matemático se debe recurrir tanto a la intuición como a la lógica; para realizar un demostración señala Campus interpretando a Kant “es requerido el esfuerzo de la imaginación, pero todo lo que se haya intuido tiene que ser corroborado mediante el control que suministra la lógica; solo la lógica puede garantizar una solución, el trabajo del matemático necesita uno y otro componente, imaginativo y lógico”[4]
Inmanuel Kant no enfrentó la tradición matemática con relación al objeto, de manera que continuó considerando que la matemática era la ciencia del número y de la magnitud o del espacio y del tiempo. Agregó Kant que la matemática tenía por objeto también la cualidad, verbigracia “las matemáticas se ocupaban también de la diferencia entre línea y superficie en cuanto espacios de distinta cualidad, así como la continuidad de la extensión en cuanto cualidad de esta”[5]
Nos hemos aproximado grosso modo al método, objeto y connotación de la filosofía y de la matemática. A continuación se presenta la distinción entre filosofía y matemática que resulta siendo el objetivo central de este ensayo.

          III.      Distinción entre el quehacer filosófico y el quehacer matemático.
“Kant se fió demasiado en el hecho histórico de que hasta entonces sólo la geometría euclidiana había sido reconocida, no hizo una crítica de la axiomatización tipo Euclides, sino que la aceptó como si no hubieran imperfecciones axiomáticas”[6] la aritmética también la consideró como un conocimiento sólido que podía ampliarse incluso sin ayuda de la experiencia. Kant se preguntó si el  método matemático por medio del cual se lograba dar certeza apodíctica a las proposiciones, podría ser adoptado por la filosofía; respondió esta pregunta negativamente. En las páginas siguientes se justificará tal respuesta, mostrando que existe una marcada diferencia entre la filosofía y la matemática.

“El conocimiento filosófico es un conocimiento racional derivado de conceptos”. Los conceptos no se refieren inmediatamente a los objetos; sino a sus representaciones, sean éstas otro concepto o una intuición; el concepto es pues mediato. Otra característica es que el concepto no es singular sino general. La filosofía para Kant es discursiva y cumple la función de analizar conceptos.
El conocimiento matemático es un “conocimiento obtenido por construcción de conceptos” y recordemos que para construir un concepto se debe presentar la intuición a priori que le corresponde a dicho. Ésta es a su vez entendida por Kant como una representación inmediata y singular del objeto, un ejemplo de las intuiciones puras a priori son el espacio y el tiempo.

Tanto la filosofía como la matemática poseen un objeto similar con relación a la magnitud y la cualidad, más se diferencian en la forma de proceder con relación a estos objetos; la filosofía analiza la cualidad y la magnitud a partir de conceptos y la matemática construye el concepto a partir de intuiciones. Kant muestra que la filosofía trata de magnitudes como la totalidad, la infinitud etc, además trata sobre la cualidad una vez expone los conceptos; por su lado la matemática se refiere a la cualidad cuando establece semejanzas y diferencias, por ejemplo entre línea y superficie. Es claro que la filosofía y la matemática no se diferencian por sus objetos de estudio según cualidad y magnitud, pero si son dispares según su  forma de  usar la razón; la filosofía trabaja  solo sobre conceptos universales y la matemática trabaja en base a conceptos remitiéndolos a las intuiciones.
Verbigracia: El filosofo no podría demostrar que la suma de los ángulos internos de un triángulo suman 180 grados, pues sólo le es permitido trabajar en base a conceptos; en consecuencia luego de analizar el concepto de triángulo, el filósofo podría clarificar el concepto de polígono, de ángulo, de línea o de punto, pero otra cosa no le estaría permitido inferir.
Si al matemático se le pide que demuestre que la suma de los ángulos internos de un triángulo equivale a 180 grados, éste valiéndose de la construcción del concepto podría sin dificultades hacer la demostración.
           
Como hemos visto el filósofo utiliza conceptos y el otro artífice de la razón, el matemático, utiliza intuiciones “que representa a priori conforme a conceptos”. En el caso del triángulo el filósofo que trabaja con proposiciones analíticas (descomposición de conceptos) tendría ventajas sobre el matemático, si lo buscado fuese reflexionar, analizar y clarificar el concepto de aquel polígono de tres lados, mas no podría demostrar que la suma de los ángulos internos de éste suman 180°; por su parte el matemático que trabaja a partir de proposiciones sintéticas a priori, sería el único que podría realizar tal demostración; en efecto el matemático puede salirse del concepto. “Además, los juicios de la matemática pueden ser considerados como sintéticos por la misma manera de trabajar del matemático y en general  del científico, con el solo concepto de triángulo no se puede ir más allá del triángulo. Hay que poner relaciones entre elementos del triángulo, o entre el triángulo y otros triángulos u otras figuras. Con un concepto, sin salir de él, no se pude hacer geometría del triángulo”[7], por supuesto que con un concepto sin salirse de él sí se podría hacer filosofía de dicho objeto.

El filósofo sólo puede pensar discursivamente sobre el triángulo y  a partir de los conceptos alcanzaría la síntesis trascendental, es decir lograría comprender cuáles son las condiciones bajo las cuales éste polígono podría ser percibido y podría  pertenecer a la experiencia posible, aun siendo un concepto general. El matemático por su parte, no estudia ni las condiciones de posibilidad, ni  la existencia de ésta figura geométrica, sino solamente  sus propiedades, obviamente en cuanto características del concepto o del objeto estudiado. Con lo anterior se ha querido mostrar la diferencia sustancial entre la filosofía y la matemática, la primera usa la razón discursivamente por conceptos y la segunda usa la razón intuitivamente por construcción de conceptos.

A la filosofía como conocimiento racional  que opera en base a  conceptos, le compete considerar si una cosa existe en el espacio y en el tiempo; o si es un quantum (magnitud extensiva pura); también le es propio establecer la relación de una cosa con otras, según la ley de causa y efecto o de acción reciproca; y de igual manera le corresponde a la filosofía determinar la posibilidad, realidad y necesidad de las cosas. Éste es pues un tipo de conocimiento trascendental en cuanto busca establecer las condiciones de posibilidad de la experiencia posible.
A la matemática como conocimiento obtenido por construcción de conceptos, le compete determinar los conceptos según la intuición pura a priori que le corresponde a cada objeto, es decir sigue la ruta del concepto a la intuición, para examinarlo en concreto y para “conocer a priori o a posteriori lo que conviene al objeto mismo”
Verbigracia: Prescribir una intuición a priori en el espacio implica proponer una figura, determinar una intuición a priori  en el tiempo implica proponer una duración, si se prefiere  conocer el elemento universal de síntesis de algo que se halla en el espacio y en el tiempo, como su medida, se recurre al número; esto  pues es tarea de la matemática.
Presentadas las diferencias entre estas dos formas de conocimiento se deduce que es improbable que la filosofía imite el método  de la matemática. A propósito kant dice  “la geometría y la filosofía son dos cosas completamente distintas, por más que se den  la mano en la ciencia de la naturaleza; que consiguientemente, el procedimiento de una nunca puede ser imitado por la otra” (Kant KrV B 754)

Otras de las diferencias importantes que encontramos entre estas dos formas de conocimiento es que la matemática basa su solidez en sus definiciones, axiomas y demostraciones y la filosófica basa su confiabilidad en las exposiciones metafísicas que cumplen el fin de exponer y clarificar conceptos y en las exposiciones trascendentales. Tal como aclara Allison “una exposición trascendental es designada para mostrar que un cuerpo dado de conocimientos sintéticos a priori (P) solo es posible si hay una representación (Q). Con ciertas propiedades especificas, por lo tanto (Q) es condición necesaria para (P)”[8]

Definir significa “ofrecer de modo originario el concepto detallado de una cosa dentro de sus límites” (B 754), sólo a las matemáticas les es posible definir, ora porque se refiere a conceptos que son producidos arbitrariamente a los cuáles se les puede señalar con claridad los límites establecidos, ora porque logra determinarlos dándoles el sentido que se desea significar cuando se evoca tal concepto.
Los conceptos empíricos y a priori no son susceptibles de definiciones, pero sí de exposición o explicación; la matemática no trata ni de conceptos empíricos ni de conceptos a priori, esto es tarea de la filosofía, la matemática investiga conceptos matemáticos, los cuales sí son aptos para la definición.
Los axiomas son “principios sintéticos a priori, en cuanto son inmediatamente ciertos” (B 760) estos principios no necesitan ser comprobados, pues son evidentes por sí mimos, ni tampoco necesitan ser mediados por deducciones, ya que son intuidos y por ende inmediatos. La filosofía no puede proceder por medio de axiomas, sino por medio de principios mediatos, los cuales necesitan siempre de una justificación o prueba a partir de una sólida deducción.
Una demostración es una “prueba apodíctica sólo en la medida en que sea intuitiva” (B 762). La matemática es la única que puede utilizar demostraciones, porque parte de las intuiciones  que se dan a priori en correlación con los conceptos a los cuales se refiere. La matemática procede por construcción de conceptos, considera lo universal en lo concreto (intuición  singular). La filosofía utiliza para justificar sus proposiciones pruebas acromáticas, o lo que equivale a decir lo mismo, utiliza pruebas discursivas y como es un conocimiento racional a partir de conceptos está obligada a considerar lo universal en lo abstracto (el concepto es general).
Como ya se ha dicho específicamente las pruebas que utiliza la filosofía son los argumentos trascendentales que recurriendo a Cabrera pueden ser definidas como “un argumento que busca concluir las condiciones trascendentales, es decir, condiciones a priori de la posibilidad de cierto tipo de experiencia, de conocimiento y de lenguaje”[9]

Sinopsis

En síntesis podemos resumir las diferencias entre la filosofía y la matemática en tres. Primero: la filosofía pretende señalar los límites de la razón; determinar la naturaleza de “las condiciones epistémicas” del conocimiento humano; criticar el dogmatismo y el escepticismo; rechazar la metafísica dogmática y mostrarle el camino adecuado; esto es, responder a las preguntas ¿Qué puede yo saber? ¿Qué debo yo hacer? y ¿Qué me está permitido esperar? La matemática pretende dar cuenta sobre las propiedades de los conceptos matemáticos y se refiere a la cantidad y cualidad de los mismos.
Segundo: el discurso filosófico es diferente del discurso científico en cuanto a que puede ser considerado meta-teórico; su método es analítico o regresivo. La filosofía procede por medio de exposiciones metafísicas y exposiciones trascendentales para analizar conceptos y mostrar su aplicabilidad respectivamente; utiliza pruebas acromáticas (discursivas) también conocidas como argumentos trascendentales según las bautizó Strawson. El discurso matemático es de naturaleza científica y teórica, investiga conceptos matemáticos; su método es sintético o regresivo; procede por medio de definiciones y axiomas para construir sus conceptos, y los valida por medio de demostraciones.
Tercero: de hecho ésta es a nuestro juicio la distinción más importante de todas, la filosofía es un conocimiento racional por conceptos, es decir discursivo; mientras que la matemática es un conocimiento intuitivo a partir de construcción de conceptos.
Pese a las diferencias sustanciales entre filosofía y matemática ambas son justificadas como conocimientos universales y necesarios y tanto una como otra son relevantes para el avance del conocimiento del mundo. De las matemáticas dice Kant “yo sostengo que en toda teoría particular de la naturaleza solo puede haber tanta ciencia propiamente dicha como matemática se encuentre en ella”[10] y con relación a la filosofía indica nuestro filósofo “la indiferencia, la duda y por último una reserva crítica son más bien muestras de un pensamiento profundo. Y nuestra época es la propia de la crítica, a la cual todo ha de someterse. En vano se pretende escapar de ella la religión por su santidad y la legislación por su majestad, que existirán entonces motivados y no podrán exigir el sincero respeto que sólo concede la razón a lo que puede afrontar su público y libre examen”.













BIBLIOGRAFÍA

Kant, Inmanuel. Critica de la Razón Pura. Porrua. México. 1991.

Juan Manuel, Jaramillo Uribe. Discusiones Filosóficas. Año 5 # 8. Enero-Diciembre, 2004.

Juan Manuel, Jaramillo Uribe. La reconstrucción teórico- conjuntista de las teorías Empíricas. Una posible alternativa a la axiomatización formal. Ideas y Valores. IV Coloquio Internacional de filosofía e historia de la matemática. Revista Ideas y Valores. Bogota. Agosto de 1993.

Alberto, Campus. IV Coloquio Internacional de filosofía e historia de la matemática. Revista Ideas y Valores. Bogota. Agosto de 1993.

Henry, Allison. El idealismo trascendental de Kant: una interpretación y defensa. Antropos. España.1992.

Eusebí, Colomer. El pensamiento Alemán desde Kant a Heidegger. Herder. Barcelona.1986.

Ferrater, Mora. Diccionario de Filosofía. Ariel. s. a. Barcelona.1994.




[1] El primero por confiar ciegamente  en la posibilidad de conocer y el segundo por dudar del conocimiento. Aunque ambas corrientes epistemológicas son estériles una cualidad positiva que se le debe resaltar al escéptico, es la de conducir al dogmático hasta el terreno de la crítica.
[2] Kant, Inmanuel. Critica de la Razón Pura. Porrua. México. 1991. Pag 349.
[3] Juan Manuel, Jaramillo Uribe. Discusiones Filosóficas. Año 5 # 8. Enero-Diciembre, 2004. Pag 56.
[4] Alberto, Campus. IV Coloquio Internacional de filosofía e historia de la matemática. Revista Ideas y Valores. Bogota. Agosto de 1993. pag 19.
[5] Ibid, pag 5
[6] Ibid.
[7] Ibid, pag
[8] Henry, Allison. El idealismo trascendental de Kant: una interpretación y defensa. Antropos. España.1992. pag 167.
[9]  Juan Manuel, Jaramillo Uribe. Discusiones Filosóficas. Año 5 # 8. Enero-Diciembre, 2004. Pag 55.

[10] Juan Manuel Jaramillo Uribe. La reconstrucción teórico- conjuntista de las teorías Empíricas. Una posible alternativa a la axiomatización formal. Ideas y Valores. IV Coloquio Internacional de filosofía e historia de la matemática. Revista Ideas y Valores. Bogota. Agosto de 1993.

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