viernes, 26 de julio de 2013

Descartes piedra angular del pensamiento moderno

John Fredy Zuluaga Duque
Lic en filosofía (USTA)
Mg en filosofia (U. de Caldas).
Doctorado en filosofia (U. de Antioquia). Tesista.


DESCARTES PIEDRA ANGULAR DEL PENSAMIENTO MODERNO

“El cogito ergo sum es la fórmula sobre la cual gira la modernidad; cogito que en el fondo es la abstracción de la totalidad histórica europea como imperio manifestado ahora en subjetividad. El ser aparece como una manifestación  esencial del pensar. La realidad es una mera representación de la reproducción del cogito, dado que la conciencia pone el ser y lo integra a su Dominio”
Roberto Salazar

Preámbulo
El Teocentrismo es un elemento esencial que refleja el pensamiento medieval, en donde el eje de la reflexión es Dios, y la verdad es expresada por la religión; esta cosmovisión se esfuerza por explicar racionalmente el mundo y la naturaleza a través de la doctrina revelada; la certeza se descubre en la fe y en los dogmas inscritos en la Biblia. En el medioevo, los problemas fundamentales giran en torno de la armonización entre la teología (fe) y la filosofía, de la cultura filosófica establecida sobre la base del cristianismo propagado a partir de las escuelas monásticas, de la asimilación de la cultura griega interpretada según los exegetas judíos y musulmanes, de la difusión de la doctrina Aristotélica.

El renacimiento puede ser considerado como: el advenimiento  de la negación del pensamiento medieval (sea desde la literatura, el humanismo, la ciencia, la filosofía); el desvelamiento de las doctrinas platónicas y aristotélicas; el paso del antropocentrismo con manifestaciones claras de secularismo, ateísmo, anti-cristianismo. También puede ser admitido como: el comienzo del desplazamiento de la teología por la ciencia experimental, entre otras cosas, no menos relevantes.

La modernidad construye una visión de mundo a partir de la afirmación del pensamiento renacentista y de la contradicción del pensamiento de la época medieval, de facto, la modernidad representa:
Una oposición al teocentrismo, sustituyendo esta visión por el antropocentrismo; las verdades de la iglesia cristiana ceden a la verdades objetivas encontradas por el sujeto; el conocimiento, la explicación del mundo y de la naturaleza se buscan no desde el dogma revelado, sino a partir de la observación y experimentación. En la modernidad la filosofía reclama su autonomía frente a la teología, aquella no se construye a través de la tradición, ni de la autoridad, sino desde la experiencia, el examen crítico  y la observación de los fenómenos. En la modernidad sucumben los dogmas de fe para ser reemplazados por la verdad que se acierta en la razón, se desploma el método escolástico y emerge el método analítico-matemático y el inductivo, agoniza el dogmatismo y se abre la libertad de opinión y de  pensamiento.

Cabe cuestionar ¿Quién fue el fundador de este pensamiento moderno? Respondemos innegablemente siguiendo a Eduardo Bello: “Descartes ha fundado definitivamente el pensamiento moderno, su discurso sobre el método entendido como camino de la razón teórica y práctica constituye el signo más inequívoco, la piedra fundamental del edificio del saber y de la cultura moderna”1
 Grosso modo, pretendemos exponer en estas páginas cómo la filosofía cartesiana, en efecto, puede ser considerada como el inicio del pensamiento moderno, para lo cual se enunciarán sus ideas más relevantes, clasificando su concepción según estas categorías: metodológica, epistemológica y ontológica.

Concepción Metodológica
El dudar es la esencia del escéptico, mas descartes halla en la duda el medio para encontrar la objetividad, no para residir en ella (su método comienza dudando y finaliza creyendo), por ello este filósofo no es escéptico, su dudar es metódico, su duda no es causada por el capricho, ni el azar, por el contrario, es secuenciado, lógico, deductivo y analítico, responde a un orden, al “ordo Geométrico”. Descartes divide su método en cuatro pasos:
El primero consistía en no afirmar jamás cosa alguna como verdadera sin haber conocido con evidencia que así era… el segundo en dividir cada una de las dificultades a examinar en tantas partes como fuera posible y necesario para mejorar su solución. El tercero con ordenar el pensamiento empezando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a poco gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos…. Y el último en hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan amplias, que llegase a estar seguro de no haber omitido nada” 2.
Este método analítico, inspirado en la matemática, vincula estrechamente el proceso de investigación con lo experimentable racionalmente y con lo mensurable.
Para Descartes, la ciencia solo a través de la intuición clara y evidente, y los modelos matemáticos, muestra el camino recto para acceder al saber confiable. La modernidad busca la prueba de las hipótesis en la verificación experimental, en la racionalidad lógico-matemática; nuestro filósofo comentado es visionario de tal modelo investigativo. A propósito afirma Blanché, citando a Descartes, “no dejó de interesarse en la observaciones y experimentos, no dejó de practicar él mismo el racionamiento experimental.”(R. Blabche, el método experimental y la filosofía de la física)

Así rompe René con el método especulativo y eminentemente metafísico de la filosofía medieval, es así como trasciende con su método analítico los métodos escolásticos que buscaban la verdad por medio de la argumentación que, en el peor de los casos, se asentaba en la retórica y no examinaba la verdad en las demostraciones observacionales, experimentables o racionales. El método significó una nueva forma de conocer y entender el objeto, sin duda menoscabó la filosófica medieval en el campo metodológico.

Concepción Epistemológica
Descartes deseaba encontrar verdades firmes y absolutas, empieza a dudar metódicamente de todo lo que no se presente claro y distinto a su razón; desconfía de aquello que no es evidente, duda de Dios, del mundo sensible, de su cuerpo, incluso de las matemáticas; empero no puede dudar de que duda, y si duda piensa, y si piensa existe, así encuentra el principio de su filosofía por antonomasia: “cogito ergo sum”. La verdad se torna luego de excluir la duda en conocimiento preciso, intuición de la esencia en la conciencia. El conocimiento seguro se fundamenta en la filosofía, la cual debe ser saber autónomo y riguroso equiparable a las ciencias naturales y exactas. La duda metódica se hace necesaria para instituir las bases de la investigación científica; ahora el filósofo y el científico deben dudar incluso de sus teorías, deben revisarlas y mejorarlas.

Descartes fragmenta haciendo uso de la duda metódica con el medioevo (en lo concerniente a lo gnoseológico), porque construye criterios de verdad como lo son la claridad y la distinción y niega la tradición, las costumbres, los dogmas como fundamentadores de la verdad, tal como sí lo estipulaba el pensamiento medieval. Abre, entonces, el paso al pensamiento libre, da autonomía a la filosofía independizándola de la teología, la verdad ya no está en lo revelado por Dios, sino en la razón.
Concepción Ontológica
El “cogito ergo sum”, como se ha dicho, es el primer principio que fundamenta  la filosofía cartesiana, el yo, el “subjetum” que duda se pone por encima de la cultura, de la sociedad, de los conceptos adquiridos por medio de los sentidos y por encima de lo imaginado o construido artificialmente; encuentra la verdad en lo innato, en lo que se intuye en la conciencia. En esta “autoconciencia” el yo pienso se descubre a sí mismo como sustancia, esta cosa pensante que sabe que duda es conciente de su imperfección, mas sabe que existe un ente perfecto que no duda y que es Dios, este ser omnipotente le ha plasmado en la mente al ser que piensa su concepto de existencia. Descartes descubre que este ser infinito, la deidad, existe realmente. Dios no queriendo engañar al sujeto, haciéndolo creer que el mundo externo existe, crea un mundo real y lo hace inteligible al sujeto.
Descartes descubre, en consecuencia, tres tipos de entes: rex cogita, rex infinita y rex extensa, tres entes con sustancias independientes, irreductibles entre sí.
Esta ontología cartesiana abre la posibilidad de estudiar el alma del hombre (psicología), el mundo (física) y a Dios separadamente; a partir de esta “nueva” ontología se separa y se distingue el estudio filosófico del teológico y del natural.
En el medioevo Dios era estudiado desde lo exterior, con Descartes es conocido desde lo interior, desde la conciencia; tal postulación cambia ostensiblemente la forma de hacer el racionamiento teológico, Dios se descubre por “intuición racional”; su estudio es realizado independiente de las otras sustancias; esto es, en fin, la división de disciplinas según su objeto; rasgo propio del pensamiento moderno.
La esencia del alma es pensamiento y la esencia del cuerpo es la extensión, alma y cuerpo están unidos accidentalmente; aunque aparentemente ello no agregue algo nuevo a la metafísica antigua o medieval que coincide con la concepción antropológica de Platón y san Agustín, sí agrega algo importantísimo, y es la visión del hombre máquina, un cuerpo extenso que puede ser estudiado en su plena corporeidad, cosmovisión que en el medioevo no tenía cabida.
Descartes centro su reflexión también en el hombre, de allí que contribuya a ampliar la visión antropo-centrista característica de la filosofía moderna.

Concepción Racionalista –Subjetivista
El objeto para descartes es la representación del sujeto, el ser se manifiesta en el pensar, la verdad se haya en la razón, la realidad es consecuencia racional. El conocimiento tiene en la racionalidad su origen y demostración; la emoción y la voluntad pasan a ser supeditadas por la razón. Así comienza Descartes a estructurar paulatinamente el racionalismo como repuesta al problema gnoseológico ¿Cuál es el origen del conocimiento? ¿Qué es la verdad?
El racionalismo representó una ruptura con el pensamiento medieval, en cuanto hace un viro a los problemas filosóficos y se desvía aún en la manera de solucionarlos. Este nuevo modelo de problematizar sobre el conocimiento, desplaza el modelo explicativo aristotélico que fundamentaba el razonar medieval y abre indubitablemente otro abanico de oportunidades. El racionalismo rompe con la tradición aristotélica que funda el mundo desde la observación de los hechos empíricos y desdeña los modelos analíticos matemáticos.
“El modelo de la filosofía racional va  a estar caracterizado por una especial concepción de lo real, por un deseo de construir, en forma a priori, esquemas mentales dentro de los cuales se pretende encajar el conjunto de lo real, por un método tomado del modelo de las ciencias matemáticas que  tiende siempre a explicar la ciencia desde la necesidad y universalidad lógica, pero no desde el análisis mismo de los hechos empíricos”3.

Sinopsis
Si los criterios de verdad en la edad media yacían en la autoridad, la tradición, la fe, los dogmas… y Descartes crea criterios de verdad completamente diferentes como la claridad y la distinción que conducen a la evidencia; si la verdad en la edad media era de naturaleza especulativa y Descartes busca una verdad apodíctica, universal, necesaria y de naturaleza racional; si el método de la edad media era el hipotético deductivo o la mera lógica silogística aristotélica, la cual buscaba demostrar verdades pero no pretendía  encontrarlas, o el método de describir lo observado cualitativamente, y Descartes impone un método analítico axiomático, y desea una lógica innovadora que sierva para descubrir verdades, así como entiende lo real desde lo cuantificable; si en la edad media la filosofía y la teología son interdependientes y Descartes reclama la independencia de la filosofía; si en la edad media se busca contemplar el mundo y Descartes intenta descubrirlo, controlarlo, desvelarlo; si en la edad media la matemática jugaba un papel terciario y Descartes pone la matemática como cimentación de las ciencias; si lo antedicho es cierto ¿Cómo podemos dudar que Descartes fundó el pensamiento moderno? Evidentemente, esta idea por clara y distinta no podemos dudarla: Descartes es el fundador del pensamiento moderno.


“… y siempre sentía un deseo inmenso  de aprehender a distinguir lo verdadero de lo falso, para ver claro en mis acciones y andar con seguridad en esta vida….”
René Descartes.

Citas Pie de Página.

1.           Eduardo, Bello. Comentario. Rene, Descartes. Discurso del Método. Atalaya.  Barcelona.1987.
2.           René, Descartes. Discurso del Método. Atalaya.  Barcelona.1987.

3.           Hernando, Barragán. Filosofía Moderna. USTA. Bogotá. 1999.

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